Foto: Cortesía
Había una crisis política y social en Venezuela, una
población generalmente pacífica y políticamente acostumbrada a que cuando las
cosas no marchaban bien con un Presidente electo habría que esperar a que se
terminara su período y entonces elegir a otro de un partido opositor, y así por
mucho tiempo las riendas del país pasaban entre AD y Copei, los partidso más
populares por varios decenios. Pero un grupo de militares decidió que esta vez
no sería así y por ello el 4 de febrero fue un amanecer distinto y de golpe, en
el sentido más literal de la palabra.
La movilización militar se un martes, cuando Pérez regresaba del Foro Económico Mundial de Davos, Suiza. Los insurrectos formaban parte de las guarniciones militares de los estados Aragua, Carabobo, Miranda, Zulia y el Distrito Federal, y fueron dirigidos por los jóvenes oficiales encabezados por Hugo Chávez y Francisco Arias Cárdenas, así como también Yoel Acosta Chirinos, Jesús Urdaneta y Miguel Ortiz Contreras. Este grupo formaba parte de una organización conocida como Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200), con una ideología política revolucionaria, mezclados con el pensamiento de Simón Bolívar.
La movilización militar se un martes, cuando Pérez regresaba del Foro Económico Mundial de Davos, Suiza. Los insurrectos formaban parte de las guarniciones militares de los estados Aragua, Carabobo, Miranda, Zulia y el Distrito Federal, y fueron dirigidos por los jóvenes oficiales encabezados por Hugo Chávez y Francisco Arias Cárdenas, así como también Yoel Acosta Chirinos, Jesús Urdaneta y Miguel Ortiz Contreras. Este grupo formaba parte de una organización conocida como Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200), con una ideología política revolucionaria, mezclados con el pensamiento de Simón Bolívar.
La toma de la región capital se inició a cerca de la
media noche y estuvo bajo la responsabilidad del teniente coronel Chávez Frías,
quien dirigió las acciones desde el Museo Histórico Militar de La Planicie, y
del teniente coronel Joel Acosta Chirinos, quien comandó las operaciones en la
base aérea Generalísimo Francisco de Miranda, en La Carlota.
Foto: Cortesía
El presidente Pérez pudo sortear con éxito la
situación, ya que a su llegada de Suiza estaban esperándolo el Ministro de la
Defensa, general Fernando Ochoa Antich, y el Ministro de Interiores, Virgilio
Ávila Vivas, quienes se habían trasladado al Aeropuerto Internacional de
Maiquetía, para desarticular un presunto operativo destinado a detener al
presidente Pérez.
Miraflores fue atacado por tanques y por una unidad de
paracaidistas, produciéndose intensos combates que derivaron en múltiples
heridos y muertos de ambas partes. Nuevamente, el presidente Pérez logro huir
de sus captores dirigiéndose al canal 4 de televisión (Venevisión), desde donde
se comunicó con el país a la 1 a.m., informando acerca de la situación y
condenando al movimiento insurreccional.
El sometimiento de los alzados finalmente se consiguió
hacia las 4:00 pm. del día, tras la breve alocución a la 1:00 pm. de Hugo
Chávez Frías, quien asumió la responsabilidad del movimiento y solicitó las
fuerzas aún rebeldes de Aragua y Carabobo que se rindieran ante el fracaso de
las operaciones en Caracas, para evitar mayores derramamientos de sangre.
El golpe de Estado como tal fracasó, pero las
consecuencias fueron imborrables para el país, pues buena parte de la población
vio en el hecho un acto heróico y una valentía en quienes lo dirigieron.
Redacción: Jhoan Gutiérrez
/ World Stereo