Foto: Cortesía
Cada 22 de noviembre se celebra el Día Internacional
del Músico, con la finalidad de homenajear todos aquellos cuya contribución
artística ha acompañado el desarrollo de la civilización occidental a través de
los siglos.
Este día se conmomora también en homenaje a la figura de Santa Cecilia, mártir cristiana y santa patrona de los músicos, fallecida aproximadamente en el año 200 d.C.
Este día se conmomora también en homenaje a la figura de Santa Cecilia, mártir cristiana y santa patrona de los músicos, fallecida aproximadamente en el año 200 d.C.
Esta celebración se inició un 22 de noviembre con un
festejo realizado en la localidad francesa de Evreux (Normandía), con un torneo
de compositores. Desde 1695 se comenzó a celebrar en Edimburgo (Escocia) con
cierta regularidad el Día del Músico. Posteriormente, también lo hicieron
Alemania, España y Francia. En América Latina esta tradición de realizar una
fiesta empezó en Río de Janeiro (Brasil) entre 1919 y 1920, y se extendió al
resto de América.
En Venezuela y otras naciones también se vincula la
trayectoria artística con los frutos sociales que la música ofrece al elevarse
como una referencia de conciencia necesaria.
La música como producto de la mente humana, es el nutriente
del alma, receptáculo donde se alojan los más hermosos y sensibles ideales del
infinito Universo; y por lo tanto -a nuestro entender- debe poseer estas
sencillas pero fascinantes condiciones: armonía, composición y buen gusto; ser
agradable al oído, provocar isócrono acompañamiento, suscitar bellos
sentimientos, y en cuerpo y alma alcanzar el anhelado nirvana filosofal.
En esta también fecha se le rinde homenaje a los más
grandes genios de la música y a quienes dedican su vida a este arte que se
manifiesta a través de los diversos géneros, melodías, ritmos y sonoridades que
traspasan el alma.
Redacción: Jhoan
Gutiérrez / World Stereo