Foto Cortesía: Prensa OVP
Un conflicto
de al menos diez días culminó con la muerte de 30 presos y el saldo de 26
heridos, siete reos y 19 funcionarios en los calabozos del Centro de
Coordinación N° 2 General José Antonio
Páez en el sector Campo Lindo en Acarigua, estado Portuguesa.
Una nueva
masacre se suma a la lista de las ocurridas en Venezuela en esta oportunidad
dentro de los calabozos policiales muy similar a como ocurrieron los hechos en
el 2017 en Amazonas donde murieron 33 detenidos y en el 2018 en el estado
Carabobo que se registró el saldo de 69 personas fallecidas, entre ellas 67
presos y dos visitantes.
Las causas
de estos hechos irregulares es responsabilidad del Estado, según indica
Humberto Prado, coordinador general del Observatorio Venezolano de Prisiones
(OVP) manifiesta que son las personas con responsabilidad en esta materia
quienes han permitido que los calabozos policiales se conviertan en retenes y
siguen muriendo presos que están bajo la responsabilidad del Estado.
En la
comandancia policial de Acarigua había un total de 540 presos y su capacidad
instalada es para 300 personas según lo que pudo corroborar el equipo de OVP
para un hacinamiento de 180 % en dichas instalaciones.
Desde el 23
de mayo comenzaron las detonaciones y enfrentamientos entre funcionarios y
reclusos, los uniformados querían tomar el control de las instalaciones y a las
6 de la tarde del 23 de mayo murió herido de bala Wuislandi José Medina Pineda
(24), según autoridades fue una riña pero según los internos murió en mano de
policías y fue esto el detonante para su alzamiento confirman familiares a OVP.
Durante toda
la noche del 23 de mayo y madrugada de 24 de mayo se escuchaban detonaciones en
el lugar, dos videos fueron divulgados a través de las redes sociales, donde
hablaba Wilfredo Ramos, supuesto pran, se observaba que tenía dos mujeres
quienes imploraban por un diálogo y paz y él se observaba en la mano con una
pistola con súper peine además de unas granadas.
Hasta la
tarde de este viernes 24 de mayo los cadáveres de los internos no habían sido
reconocidos, y el resto de presos una vez tomado el control de la comisaría
fueron desnudados y acostados en el patio donde fueron sometidos a una requisa.
Familiares
de cada uno de los presos apostados en las afuera de la comandancia estaban
angustiados y denunciaban que estaban siendo maltratados mientras eran
sometidos a esas revisiones.
Con el preso
asesinado el jueves y los 29 de este viernes dan un total de 30 internos muertos,
convirtiéndose en una nueva masacre.
Información Cortesía: Prensa Observatorio
Venezolano de Prisiones
Publicación: Lcdo. Jhoan Gutiérrez Terán / World Stereo