La crisis
eléctrica se ha intensificado en el país y en sectores donde la administración
de carga era interdiaria y de sólo tres horas, ahora los cortes son todos los
días y de hasta diez horas.
Además de
sobrellevar el confinamiento, los venezolanos padecen por la falta de
electricidad a cualquier hora del día y tampoco pueden contar con fuentes de
energía alternativas por las fallas en el acceso al combustible.
Por otra
parte, el agua, el gas y los canales de comunicación también se ven afectados,
por lo que en los ciudadanos prevalece la angustia, rabia, miedo intenso,
ansiedad y depresión.
Usuarios
en redes comentan que la luz se puede ir a las cinco de la tarde y es restablecida
a las 12:00 de la medianoche, y dicen que el calor y los zancudos no los dejan
dormir.
En lo que
va de año 2020, se han registrado 10.210 cortes. Una crisis que ha tenido un
precio altísimo para aquellos que no viven en Caracas, la ciudad menos
afectada, y que genera pérdidas millonarias para el país y los negocios
locales. Analistas de mercado consideraron que la merma del sector eléctrico
fue un factor determinante para que el Producto Interno Bruto nacional (PIB) se
contrajera 35% a fines de 2019.
La
normalidad nunca volvió a muchas partes del país petrolero que, desde hace un
año, ha vivido con racionamientos en el servicio de energía los cuales han
tenido como consecuencia la falta de combustible o la paralización de algunas
áreas en los hospitales.
Finalmente,
en medio de todo, el Gobierno de Nicolás Maduro declaró la emergencia en el
sector eléctrico, militarizó aún más la industria y aplicó un racionamiento de
energía que dejaba a oscuras durante 18 horas cada semana a casi toda la
población, otra vez con la excepción de Caracas. Maduro culpó a la oposición de
perpetrar sabotajes y ataques a las instalaciones eléctricas.
Redacción:
Lcdo. Jhoan Gutiérrez Terán / World Stereo