Cuenta una famosa leyenda urbana tocuyana sobre una mujer que bailo con el diablo, la misma posee numerosas versiones dependiendo del lugar y
se encuentra ya extendida en numeroso
paÃses de América latina.
En esta oportunidad
rescataremos la tradición de la populosa ciudad del Tocuyo en el estado Lara.
La mayorÃa de los habitantes de la ciudad madre cuentan que Amalia fue una
mujer que bailó con el diablo, hoy en
dÃa a pesar de los años aun existe el lugar
o casona, quien fue testigo mudo de como
ocurrieron los hechos.
Todo ocurrió en la
bucólica y colonial ciudad de El Tocuyo, allá por el año de 1920 pero,
tenemos q acotar que esta historia en el mundo hay similares y parecidas
teniendo el mismo personaje que aparece, en lugares como Hermosillo o Popayán,
Cali y MedellÃn en Colombia, y que reclaman la misma leyenda y que esta
historia es contada en la tradición oral
(¿o quizás es algo que ha ocurrido en varios sitios?).
El relato señala que, todo
ocurrió en una casona, ubicada en la Carrera 10 montesinos esquina calle
8, un jueves o viernes Santo al
caer la noche en el arrabal carvajalino.
Esas noches, dicen que
apareció un hombre muy guapo, dejando atónitas y embobadas a las mujeres del
lugar y todo el mundo detuvo sus miradas
en este peculiar personaje vestido con un hermoso traje elaborado con corte de levita. El buen
mozo caballero aparte de ser llamativo y elegante, bailaba de maravilla, cosa
que enloqueció a las damas que se encontraban en el recinto.
Sin embargo, algo no andaba bien. Cuando
este hombre se paró en el centro de la pista a bailar con la mujer de nombre
"Amalia", un fuerte olor a azufre y a cosas podridas empezó a
impregnar el lugar. Un joven que estaba en el lugar notó algo raro y extraño en
ese hombre desconocido.
De repente, observó que
uno de los pies del bailarÃn era normal, pero el otro tenÃa una pezuña y se le
veÃa una prominente cola, que según dejaba en su estela unas chispas de candela, al ritmo del baile.
Al percatarse de la situación, todos empezaron a salir y amontonarse en la
puerta, gritando que se trataba del “El diablo”.
La leyenda sostiene que
dicha mujer tocuyana, a las que todos conocÃan como Amalia, era dueña del
lugar; y que este hombre misterioso la
sacó a bailar, desde allà quedó marcada para siempre por la mano del diablo.
Desde allà comenzó a sufrir de trastornos mentales que la alejaron de la
comunidad y nadie volvió a saber de ella.
A quienes dicen que un hecho parecido también,
ocurrió en el bar restaurant MarÃa Cristina donde aún se puede observar el
letrero en la carretera que conduce hacia la capital del Municipio Moran, otros
en un reconocido bar ubicado en el centro de la población.
Redacción: Lcda. Zuleydy
Márquez / World Stereo