Este viernes comenzó con el sonido constante de la lluvia golpeando techos, veredas y parabrisas. Pero con el paso de las horas, ese ritmo incesante se transformó en alarma: calles inundadas, colectivos que no llegaban, trenes con recorridos limitados y vecinos usando sogas para cruzar. Así amaneció el Conurbano bonaerense y parte de la Ciudad de Buenos Aires, donde la rutina se convirtió en una carrera de obstáculos bajo el agua.
Asimismo, en Avellaneda, desde la madrugada, las principales arterias como Mitre, Rivadavia e Hipólito Yrigoyen comenzaron a inundarse. Aunque el municipio informó que no hubo evacuados, sí reconoció el impacto del temporal. Cuadrillas trabajan contrarreloj en la desobstrucción de bocas de tormenta para facilitar el drenaje. La mayoría de las escuelas suspendieron las clases, mientras el agua seguía cayendo sin descanso.
La escena se repetía en otras zonas del sur del conurbano. En Lanús, por ejemplo, Malena Gutiérrez relató: “Todas las calles estaban inundadas hasta la vereda. Después del mediodía bajó un poco el agua. Los vecinos pusieron sogas para poder pasar”. Por la mañana, ella y su familia no pudieron sacar el auto y debieron faltar al trabajo. “Los autos hacían olas que metían el agua en las casas”, contó.
El transporte público también se vio severamente afectado. Cerca de las 9 de la mañana, el Tren Roca suspendió el servicio entre La Plata y Berazategui por anegamientos en las vías a la altura de Quilmes. El ramal Ezeiza, en tanto, funcionaba solo entre Plaza Constitución y Temperley, debido a la acumulación de agua en la estación Turdera. A eso se sumaron los colectivos que no lograban llegar a destino por calles completamente inundadas.
Igualmente, en todo el AMBA se registraron al menos ocho accidentes de tránsito relacionados con las malas condiciones climáticas. Uno de ellos ocurrió en la General Paz y Avenida del Libertador, donde un motociclista resultó herido.
La misma postal se replicó en Merlo, Caseros, Tigre, San Miguel e Ituzaingó, donde los vecinos grabaron videos mostrando avenidas completamente tapadas por el agua. En Zárate, la situación fue crítica: se acumularon más de 150 milímetros en algunas zonas y el intendente Marcelo Matzkin suspendió todas las actividades. “La situación es complicada”, expresó en un video publicado en sus redes. Según detalló, ya había llovido la mitad de lo que cayó en Bahía Blanca durante las trágicas inundaciones de marzo.
El interior bonaerense también sufrió los efectos del temporal. Localidades como Bragado, Chacabuco, 25 de Mayo, 9 de Julio, Chivilcoy, Suipacha, Rauch y Arrecifes reportaron importantes anegamientos. En 9 de Julio, las lluvias comenzaron el jueves al mediodía y este viernes ya era difícil caminar incluso por el centro. La intendenta María José Gentile activó el Comité de Crisis y desplegó operativos de limpieza de bocas de tormenta y calles.
Por su parte, el Servicio Meteorológico Nacional había emitido alertas amarillas y naranjas por tormentas fuertes en toda la región. El promedio histórico de precipitaciones en mayo es de 90 milímetros, pero al cierre de esta nota ya se habían registrado 76,3 mm en pocas horas, con picos de 112 y 115 mm en varios barrios porteños. Las previsiones no son alentadoras: las lluvias continuarán al menos hasta la madrugada del domingo, con un descenso de temperatura.
Por último, cade señalar que, en las veredas del conurbano, las sogas siguen tensas entre columnas, las personas sortean charcos como pueden y los vecinos observan el cielo con resignación. La lluvia no da tregua. Y la ciudad, una vez más, aprende a flotar.
Información Cortesía: Esreviral.com / Redacción: Lcda. Karla Quintana
Publicación: Lcdo. Jhoan Gutiérrez Terán (CNP: 24.778) /
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