En los años 60 la casa de
piedra era habitada por un hombre de aspectos muy peculiares, medía
aproximadamente 1,90 de estatura y se dice que siempre utilizaba como
vestimenta atuendos fúnebres y extravagantes.
Su presencia en la ciudad
en aquellos años atemorizaba, intimidaba a cualquiera, en especial cuando
caminaba por las calles junto a varios perros y utilizaba un sombrero de color
negro muy sobresaliente.
Fue entonces cuando se
empezaron a reportar las extrañas desapariciones de niños y niñas menores de 10
años, la policía inició las investigaciones competentes hasta llegar al lugar,
La Casa de Piedras. En el año 1968 se descubrió que detrás de la estructura se
encontraba un cementerio de niños y perros en fosas comunes, dentro de la
vivienda funesta se encontraron símbolos de sectas satánicas y la llamada
“Biblia Negra”.
El residente de la casa y
presunto responsable de estos hechos desapareció misteriosamente, sin dejar
rastros, desde ese momento se empezaron a registrar situaciones extrañas y
aterradoras en la “Casa del Diablo”. se cuenta que ninguna familia ha podido
quedarse en el lugar y los que han intentado hacerlo, no duran ni una semana.
Hay relatos de familias y
personas que han pasado cerca de la casa y otros que la han habitado pocos
días, uno de esos relatos se trata de un ejecutivo regional que decide recoger
a un grupo de indígenas que deambulaban por las calles para meterlos en dicha
casa abandonada, los aborígenes fueron una noche en el lugar, se cuenta que en
altas hora de la noche salieron corriendo por plena avenida pidiendo ayuda, uno
de ellos que sabía hablar un poco de español relató que en el patio de la casa
vieron el espectro de una mujer alta, vestida de blanco con ojos como dos brasas
encendidas y cuyos pies no tocaban el suelo y se desplazaba haciendo un ruido
similar a huesos chocando.
El motivo sigue siendo un
misterio, las personas que han tratado de quedarse sienten la presencia de algo
maligno, sienten incomodidad al dormir y la energía dentro de ella es muy pesada.
Información: Cortesía
Publicación: Lcdo. Jhoan
Gutiérrez Terán / World Stereo