Se dice en los campos, que
si escuchas una carreta arrastrada por caballos y sonidos de huesos ¡Ni se te
ocurra mirarla! Porque podrías ser víctima de El Carretón del Diablo.
Los cuentos y costumbres
venezolanos, como la leyenda venezolana de la carreta fantasma sigue
aterrorizando a los pueblos tuyeros y varias zonas del país.
El Carretón del Diablo o
de la Trinidad, es una leyenda venezolana que data de los tiempos de la antigua
Caracas. Aquella capital de antaño, sin luz eléctrica. Se dice que un
grupo de caballos, arrastra una vieja carreta repleta de huesos y tiene como
conductor a un hombre de ojos rojos.
Muchos trasnochadores han
sentido esta aterradora presencia durante años. Algunos cuentos del campo,
aseguran que el carretero es el mismísimo Diablo. Aquellos que se atreven
a ver a este espectro mueren o se vuelven locos.
Cuenta la leyenda que el
carretón cruza las calles de los pueblos a medianoche encendida en llamas. Este
carretón es conducido por el mismísimo diablo y se lleva las almas de todo
aquel que viva en pecado.
Se dice que el
carretero del Diablo es el alma de un zambo llamado Eustaquio. Este hombre
contrajo la peste negra y fue quemado en vida por comandantes españoles. En
venganza, el carretero juró que no descansaría hasta llevar a estos pecadores a
las llamas del infierno.
El origen de esta leyenda
venezolana se remonta a 1776 en Puerto Cabello, durante la peste negra. Un
zambo llamado Eustaquio, trabajaba como carretero y era obligado por los
españoles a llevar los cadáveres a las fosas.
Cómo era de esperarse, el
zambo contrajo la peste. El hombre gritaba ¡me estoy muriendo! Pero era
obligado a trabajar. La piel de Eustaquio se llenó de manchas negras y mientras
lanzaba los cuerpos, este cayó en la fosa. El sargento español Germán
Jiménez ignoró los gritos del carretero y le prendió fuego a la fosa.
Entre las llamas, el
carretero maldijo al sargento y juró en voz alta que no descansaría hasta
llevarlo a él y su tropa. Los militares empujaron la carreta de Eustaquio y la
lanzaron al fuego junto a sus caballos. Se creó una gran fogata cercana al
Fortín Solano, y durante largos minutos se escucharon los gritos de dolor del
zambo.
Cuarenta años después, el
comandante Jiménez custodiaba la fortaleza del Fortín Solano. El pueblo era
iluminado por faroles. El comandante sintió un viento frío que dejó varias
calles en la oscuridad total. Al fondo de una calle, escuchó un caballo
relinchar, junto a una carreta en llamas que desprendía un olor a muerto.
Jiménez se vio espantado
al reconocer al zambo que había condenado, junto a los gritos de clemencia de
la fosa. El carretero gritó: ¡Te he venido a buscar, ahora sentirás el
fuego del infierno en tu piel! y alzó al comandante, hasta desaparecer.
Desde entonces, se corre
el rumor que El Carretero aparece para cobrar venganza a todos los que cometan
malas acciones.
¿Dónde aparece el carretón
del Diablo?
La carreta del Inframundo,
trae en su interior calaveras de personas que cometen malas acciones en su
vida. Esta es guiada por un cochero vestido de negro y con profundos ojos
rojos.
Muchos aseguran que este
espectro aparece en la Avenida Urdaneta, Andrés Bello y Carmelitas en la
capital del país. Otros, dicen que el sonido ensordecedor del carretero
inicia en la Plaza de la Trinidad (actual Panteón), se desplaza por Veroes y
desaparece en La Candelaria.
Sin embargo, algunos
cuentos del campo aseguran que el carretero deambula con sus caballos por todo
el país. Este se lleva las almas de los pecadores y los condena al sufrimiento
eterno.
Información: Cortesía
Publicación: Lcdo. Jhoan
Gutiérrez Terán / World Stereo