Cuenta la leyenda que el
doctor Knoche viajó de Alemania a Venezuela para establecerse, construyendo la
finca Buena Vista en La Guaira. Este doctor, que estuvo presente en los tiempos
de la Guerra Federal, inventó una fórmula que permitÃa embalsamar los cadáveres
sin necesidad de retirar sus órganos.
Llevaba a su finca los
cuerpos de aquellos que nadie reclamaba para experimentar con ellos, logrando
su primer éxito con el soldado José Pérez, cuya momia colocarÃa uniformada en
la entrada de la casa.
El doctor, junto a su
familia y empleados, trabajarÃa en un mausoleo que más tarde les alojarÃa
cuando murieran, y a lo largo de sus investigaciones fue custodiando cada una
de las momias que consiguió.
Dicen las malas lenguas
que en sus inicios también trabajaba con moribundos. De hecho, se dice que una
noche, uno de los cadáveres del doctor se zafó de sus ataduras, subió a un
caballo y huyó, rodando montaña abajo y no volviendo a aparecer nunca más.
El propio doctor preparó
una dosis para que fuera aplicada en él mismo, asà como una para la única de
las enfermeras que le sobrevivió. Algunos dicen que a ésta le fue administrada
en contra de su voluntad.
Este leyenda es, en
realidad, una historia en gran parte basada en hechos reales. Gottfried
Knoche fue un médico alemán que vivió y trabajó como médico en Venezuela en la
época de la guerra federal, siendo conocido por ser un médico muy humano y
caritativo que incluso no cobraba por sus servicios.
Sin embargo también se
hizo famoso asimismo por la invención y el trabajo en una fórmula quÃmica que
permitiera preservara los cadáveres de la descomposición.
Para
ello experimentaba con cadáveres de soldados no reclamados, haciéndolos
llevar a su hacienda en Galipán, donde tuvo éxito en su empeño llegando a
momificar diversos cuerpos al inyectarles una fórmula concreta (cuya
composición exacta se perdió con su muerte).
También es real el hecho
de que creara un mausoleo (de hecho, su finca es hoy en dÃa un museo) y que
custodió la mayorÃa de momias, incluyendo la del soldado Pérez. Por este motivo
algunos de los ciudadanos de los alrededores le consideraban incluso un vampiro
e insinuaban que trabajaba con sujetos aún vivos.
Historia: CortesÃa
Publicación: Lcdo. Jhoan
Gutiérrez Terán / World Stereo