La beatificación del médico de los pobres ya es un hecho

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Cada día que pasa el médico de los pobres como se le conoció a José Gregorio Hernández se acerca a formar parte de los santos en el cielo, por lo menos tenemos que en el Vaticano se reunieron un grupo de cardenales y dieron el visto bueno para su beatificación.

Se espera con ansias que este fin de semana el santo papa de la iglesia católica Francisco, desde la santa sede del Vaticano anuncie la gracia de Dios y le brinde a Venezuela un momento de gozo.

Con el pasar de los días muchas fuentes señalan que es un hecho la beatificación del ilustre venezolano.

Por otra parte, la iglesia venezolana entregó la estampa del Dr. José Gregorio Hernández, a las diócesis y parroquias del país, mientras se mantiene expectante por la noticia que dará El Vaticano para entronizar la figura del “Médico de los pobres” en los altares.

Del mismo modo, anunció que la Sala de Emergencia del Hospital José María Vargas, donde murió el Venerable, será espacio para la peregrinación de quienes buscan atención en este centro asistencial.

Vida de un hombre Santo


Foto: Archivo

José Gregorio Hernández Cisneros nació el 26 de octubre de 1864 en Isnotú, una pequeña y humilde localidad que en aquella época era capital del Municipio Libertad del Distrito Betijoque (actualmente en el Municipio Rafael Rangel) del Estado Trujillo en los Estados Unidos de Venezuela (hoy República Bolivariana de Venezuela), en la cordillera de los Andes, en el occidente del país; siendo el primero de seis hermanos, hijo de Benigno María Hernández Manzaneda y Josefa Antonia Cisneros Mansilla, de ascendencia colombiana y canaria, respectivamente .

Toda su infancia la vivió en su pueblo natal, su madre se dedicaba a labores del hogar y su padre era dueño de un almacén de mercancías secas, víveres y farmacia. Recibió el sacramento del Bautismo el 30 de enero de 1865 en el antiguo Templo Colonial de Escuque (actual Iglesia Parroquial del Niño Jesús de Escuque), siendo sus padrinos Tomás Lobo y Perpetua Enríquez. El sacramento de la Confirmación se efectuó el 6 de diciembre de 1867, en la iglesia de San Juan Bautista de Betijoque, por el ilustrísimo señor Juan Bonet, Obispo de Mérida.

Por línea materna descendía del cardenal Francisco Jiménez de Cisneros (más conocido como Cardenal Cisneros), quien fuera confesor de Isabel la Católica, fundador de la Universidad de Alcalá y gran impulsor de la cultura en su época; y por vía paterna, a través del linaje de un tío bisabuelo, se emparentaba con el Santo Hermano Miguel (Francisco Luis Florencio Febres-Cordero Muñoz), eminente educador y escritor, miembro de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, y correspondiente de la Real Academia Española.

Su madre, una mujer muy devota, falleció en 1872, cuando él tan solo tenía ocho años pero dejó impregnada en la personalidad del infante una fuerte religiosidad. Su primer maestro, Pedro Celestino Sánchez quien regentaba una escuela privada en Isnotú, notaría muy pronto las habilidades e inteligencia del pequeño José Gregorio, por lo que señaló a su padre que debía aprovechar las cualidades del niño recomendándole que lo enviara a la capital del país.

A los trece años de edad,José Gregorio manifestó a su padre su deseo de estudiar la carrera de derecho, sin embargo, su padre le convenció para que estudiara medicina y él aceptó obedientemente la orientación de su progenitor. A partir de ese momento, tomó la medicina como su propia vocación, quizá porque veía en ella una manera de expresar su natural inclinación de ayudar a los demás. En 1878, cuando apenas contaba con trece años y medio, bajó de la sierra trujillana hasta Caracas,siguiendo una travesía larga y riesgosa: Isnotú, Betijoque, Sabana de Mendoza, Santa Apolonia y La Ceiba en mula; por el lago hasta Maracaibo, y después por mar a Curazao, Puerto Cabello y La Guaira, y por tren, desde este puerto, a la ciudad capital.

Al llegar a la capital de los Estados Unidos de Venezuela, inició sus estudios en el Colegio Villegas, uno de los centros más prestigiosos de la época, dirigido a la sazón por el doctor Guillermo Tell Villegas. Durante su estancia en este colegio, el joven José Gregorio entabló amistad con el director y su esposa Pepita Perozo de Villegas. Según el doctor Villegas, a corta edad ya conocía a los clásicos y se auto impuso con mucha disciplina la obtención de una vasta cultura enciclopédica. Durante sus años en el Colegio Villegas, José Gregorio siempre obtuvo las mejores notas, ganó distinciones y premios, y en varias ocasiones las medallas de la aplicación y de buena conducta. Fue tanto su adelanto que llegó a fungir como profesor de aritmética para los alumnos del primer curso. Entre 1878 y 1882 José Gregorio cursó en dicho colegio preparatoria y filosofía, graduándose de Bachiller en Filosofía en ese último año.

Cuando ingresó a la Universidad Central de Venezuela (UCV) para iniciar sus estudios de medicina, José Gregorio tenía 17 años. Según las certificaciones de los estudios universitarios de José Gregorio Hernández (en las que se evaluaban estos aspectos: aplicación, aprovechamiento, buena conducta y asistencia), en casi todas las materias de los seis años de estudio logró la calificación de sobresaliente; fue el estudiante más destacado en la carrera de medicina en la UCV. Esto se conjugaba con lo que había mostrado en su niñez en Isnotú.

Al graduarse con el título de Doctor en Medicina, el 29 de junio de 1888, era dueño ya de inconmensurables conocimientos, hablaba inglés, francés, portugués, alemán e italiano y dominaba el latín; y tenía conocimientos de hebreo, era filósofo, músico y tenía además profundos conocimientos de teología. Para cumplir la promesa hecha a su madre y con el deseo personal de ayudar a sus paisanos se traslada a ejercer la medicina en su pueblo natal,no sin antes instalar un pequeño consultorio provisional, con el cual se va extendiendo su fama como médico y su vocación de servicio a los más necesitados.


Foto: Archivo

Finalmente, el Dr. José Gregorio Hernández (JGH), representa para la Iglesia local un laico, un hombre, un científico, un cristiano y un ser entregado completamente a su país.

Redacción: Lcdo. Juan Carlos Peña / World Stereo

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