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En 1998 el sistema eléctrico de Venezuela operaba con eficiencia. Los expertos aseguran que, para aquel año, el 94% del territorio nacional se encontraba electrificado y un 97% de la población estaba interconectada. Veinte años más tarde, las centrales construidas operan a duras penas. Los mega apagones de marzo de 2019 desnudaron la realidad del sistema que sigue afectando a los venezolanos.
Para
entender la crisis eléctrica que atraviesa Venezuela hay que ponerle lupa al
problema. La decadencia del sistema se remonta a finales de la década de los
noventa, cuando era inminente establecer un acuerdo institucional para el
funcionamiento idóneo del servicio eléctrico que promoviera la inversión
privada en el siglo venidero.
Cabe
destacar que el Sistema Interconectado Nacional de Venezuela (SEN) fue
desarrollado en 1964 y su objetivo es repartir la energía de las centrales
hidro y termoeléctricas por medio de un sistema de transmisión de alto voltaje:
765 kV, 400 kV y 230 kV, indica el ingeniero Miguel Lara Guarenas. Al llegar a
esos grandes centros de transmisión comenzaban las redes de distribución que
eran las empresas de electricidad que hacían el servicio de distribución y
comercialización.
Por otra
parte, el programa desde su inicio, concibe que las centrales hidroeléctricas
del Guri, Caruachi y Macagua, ubicadas en el bajo Caroní- debían suplir en
promedio el 60% de la demanda y consumo de energía eléctrico a nivel nacional.
Como complemento, Tacoa, Planta Centro, Ramos Laguna y las centrales térmicas
de Los Llanos y Los Andes surtirían el 40% restante, alega el ingeniero. Hoy la
historia es distinta.
La versión
oficial que ofrece el gobierno del presidente Nicolás Maduro apunta a una
operación de sabotaje.
Eso es lo
que dijo inicialmente el ministro de Energía, Luis Motta Domínguez, quien luego
ha sido secundado por el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez; y por el
propio Maduro, quien ha dicho que el sistema fue objeto de ataques cibernéticos,
electromagnéticos, así como de explosiones causadas de forma deliberada.
Finalmente,
la falta de mano de obra también representa un desafío para reactivar el
sistema eléctrico debido a que, de acuerdo con el expertos, la reactivación del
sistema interconectado debe irse haciendo de forma manual con equipos expertos
que vayan a lo largo de los más de 2.000 kilómetros de la red, activando las
subestaciones una a una. Un proceso que aún podría demorar varios días.
Hasta
entonces será difícil que los venezolanos cuenten con un servicio eléctrico
estable.
Redacción: Lcdo. Jhoan Gutiérrez Terán / World Stereo